Este enfoque educativo no sólo mejora las habilidades lingüísticas, sino que también promueve una mejor salud física y mental, teniendo los alumnos la oportunidad de interactuar en un entorno más distendido y práctico donde el lenguaje se utiliza de manera natural y funcional.
Diversos estudios confirman que es más fácil aprender algo que estudiamos antes o después de realizar deporte. El ejercicio físico activa el sistema circulatorio al bombear más sangre por nuestro cuerpo, por lo que llega más oxígeno al cerebro y como consecuencia aumenta la capacidad de concentración. Esto permite al cerebro estar mucho más receptivo ante los nuevos conocimientos, facilitando a las neuronas la formación de redes neuronales y su interconexión permitiendo adquirir y desarrollar más fácilmente el nuevo conocimiento o habilidad adquirida.
Por eso, estudiar antes del ejercicio asentará mejor el aprendizaje, y si es después, el cerebro está mucho más receptivo y preparado para aprender.
Con esta colaboración, las dos entidades ubicadas en Calafell , apuestan por una innovadora metodología en la enseñanza de idiomas ofreciendo en Calafell una alternativa educativa enriquecedora y motivadora, aportando a su formación otras habilidades transferibles en un futuro a otros aspectos de la vida como son el trabajo en equipo y la resolución de problemas.
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