¡De otra pasta!


Sin ninguna duda, son de otra pasta. Iniciarse al triatlón a edades tempranas es formar personas con sólidos valores y cualidades humanas. Este exigente multideporte forja en estas y estos jóvenes personalidades fuertes, capaces de sobreponerse a la adversidad y a las emociones negativas que, por desgracia la vida les deparara. Lo dicho... ¡de otra pasta!

Hablar de triatlón

Cuando se habla de triatlón, el primer pensamiento que nos viene es el del Ironman, prueba reina del triatlón de larga distancia. Una competición muy alejada de lo que sería la iniciación a este deporte, el cual puede modular sus distancias en función de las edades (categorías) como son las distancias denominadas promocionales (super sprint, sprint) o por equipos, sin obviar las modalidades que, bajo el paraguas federativo del triatlón puede practicarse como son el duatlón (correr, ciclismo, correr) el acuatlón (correr, nadar, correr) o las más recientes como el swim-bike (nadar ciclismo). Esta diversidad de distancias y modalidades favorece sin ninguna duda la iniciación a este deporte, desde la infancia y a cualquier edad.


Un divertido y completo deporte

La combinación de tres disciplinas: natación, ciclismo y carrera a pie, convierten al triatlón en un deporte además de divertido, en el más completo que se puede practicar dentro de los conocidos como deportes de fondo. Un 3 en 1 altamente detonante que combina la  explosividad de la natación, la resistencia de rodar en bicicleta y la potencia-resistencia y fortaleza mental de la carrera a pie, sin obviar una cuarta disciplina o segmento: la de las transiciones, o lo que es lo mismo, los cambios de una disciplina a otra: natación/ciclismo y ciclismo/carrera a pie, lo que requiere autocontrol, habilidad, capacidad de organización y entrenamiento de este segmento. El tiempo que se puede perder o ganar entre cambio y cambio puede ser determinante para el resultado final de una competición.

Entrenamiento del cuerpo y mente

Practicar triatlón es fortalecer todos los grupos musculares del cuerpo. La natación fortalece el tronco superior mientras que el ciclismo y la carrera te ayudan a desarrollar la fortaleza del tren inferior. Consecuencia: desarrollar músculos delgados, ganar fuerza y ​​tonificación. A edades tempranas, el deporte del triatlón es el mejor aliado para un desarrollo neuromotor, oseo y muscular equilibrado en función de la edad, desde prebenjamín hasta cadete pasando por alevín e infantil. 


Salud física y mentalidad de hierro

La práctica de forma regular de natación, ciclismo y carrera  ayuda a prevenir la diabetes, la obesidad y enfermedades cardiovasculares entre otros beneficios físicos. Recientes estudios, afirman que que los chicos y chicas que participan en actividades deportivas en su etapa infantil son menos propensos a desarrollar ansiedad o trastornos depresivos a partir de los 6 y 10 años. 

Existen otros beneficios con la salud mental relacionados con la práctica del triatlón y de deporte en general como es una mayor liberación de endorfinas a nivel cerebral, lo que se relaciona con mayores niveles de felicidad y satisfacción así como una mayor autoestima, ya que al sentirse fuertes físicamente también siente un mayor control de su cuerpo. En este último aspecto hacemos hincapié en no dejar que la autoestima se relacione con ganar o perder peso, sino a la construcción de un cuerpo atlético fruto de su trabajo,  esfuerzo, constancia y disciplina sin necesidad de dietas ni sutilezas estéticas. 

Corazones grandes = buenos corazones

Los triatletas tienen corazones más grandes y una frecuencia cardíaca un 17% por debajo de la frecuencia cardíaca promedio. Por lo tanto, pueden disfrutar de este deporte mucho más tiempo con menor riesgo de lesiones cuando entran en la edad adulta. 

¡De otra pasta!


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