¡Deporte! Mucho más que actividad física


El verano es un buen momento para la reflexión y nosotros lo aprovechamos para hacerlo sobre la importancia que tiene la practica deportiva en el desarrollo de los niños y los beneficios que aporta para la salud, beneficios que les acompañarán el resto de su vida. 

Sin embargo nuestra sociedad tiende cada vez más al sedentarismo ya en edades tempranas. Sin ir más lejos, las consolas, los teléfonos móviles, la amplia oferta televisiva y a veces el exceso de carga curricular, pueden seducir fácilmente a que niños y niñas sacrifiquen el ejercicio por cualquiera de estas actividades descritas. Así pues, con todas estas tentaciones tecnológicas y la presión escolar,  es difícil que los niños entiendan la importancia del deporte en su desarrollo, siendo el papel de los padres y madres fundamental. 


Como en tantos otros aspectos de la vida infantil y juvenil, los padres y madres son fundamentales a la hora de ayudar a sacar el máximo beneficio, en el caso que nos ocupa,  de la práctica deportiva. Junto a ellos, los entrenadores, el club y  compañeros conforman también el entorno adecuado donde fomentar y educar en la practica deportiva y en consecuencia son también fundamentales en el desarrollo personal de los jóvenes. 

Dicho lo anterior, nos reafírmanos en que el deporte es mucho más que actividad física: es equilibrio con el entorno, es inteligencia para analizarlo y  es crecimiento. Y en un mundo en el que el deporte tiene cada vez más importancia tendemos a olvidar que los que más lo practican son los niños y los jóvenes. 

Ya lo hemos dicho, la práctica deportiva aporta innumerables  beneficios físicos, pero además  ayuda al desarrollo emocional y contribuye a la adquisición de valores fundamentales para cualquier persona. No nos quepa ninguna duda que el deporte es un fiel reflejo de situaciones habituales de las personas, y los aprendizajes que se producen en él son aplicables a la vida diaria. 


La elección del deporte a realizar dependerá de la edad y de las preferencias. En los más pequeños las actividades más apropiadas son las que mezclan la diversión con el desarrollo de su psicomotricidad, equilibrio y coordinación. Cuando se acercan a la adolescencia empiezan a desarrollar cualidades físicas más específicas y pueden comenzar con entrenamientos más especializados. Pero es importante que, hagan el deporte que hagan, deben encontrarse a gusto realizándolo. En este sentido escucharlos con atención e imparcialidad es clave para que la practica deportiva escogida sea todo un éxito, más allá de posibles lamentaciones, la más habitual y negativa es la de compararse con otros compañeros lo que conlleva a que los padres y madres atiendan sus peticiones y los cambien de deporte alegando discriminación  de sus compañeros de equipo, en la mayoría de los casos no es así, nosotros lo denominamos sobreprotección. 




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